* Fragmentos del libro “desear y tener”, poesía, Editorial Libros de la Talita Dorada,
colección de poesía argentina “Los detectives salvajes”, City Bell, julio de 2008.
por Juan González Moras
“...Querer y no querer, desear y tener, estas son las características del hombre natural,
pero también son aquellos resplandores que aparecen en los niños…
‘el brillo de lo que no puede volver jamás’...”
Matías Manuele
“…Pero los deseos no se hacen reales, y está bien que sea así.”
Raymond Carver
deseo tener tenerte
cerca
devolverte el aliento
la menta
la mente
y acaso tengo
que volver cada vez
después de ti
a ser quien
deseo
ser
y después del deseo
tener la mirada fija clavada afilada
tener más de una mirada
más de un ambiente para dar vueltas
pero tengo afiladas las uñas tengo la nariz que
siempre tuve
tengo que pintarme
tengo que vestirme
parecer
y sacarme
los pelos de la cara de las mejillas duras
y mostrar el carnet
o las tarjetas
tengo que ser dulce
y liviano
y una mierda
saber envolvernos bien para poder cagarnos bien
a palos
y luego sonreir
sonreir
eso es tener
(…)
y yo que
tengo el abecedario
herido
un hechizo partiéndome al medio
y poesías
que se alejan de sus cuevas
de sus centros
poesías como ventanas
y yo que llevo los recuerdos las caras las
manos las
piernas de tanta gente
la mirada el sudor el
aliento de tanta
gente
la saliva el humor el silencio
de nadie
deseo poder querer
para seguir
para seguir tengo que seguir
desvestir
disentir mirar o solamente ir
herir
asaltar tomar romper seguir
hacia el final del corredor del murallón
(…)
hay que tener para poder
y no es salir o desear
y yo
tengo que salir del punto
de arribo
de siempre
(…)
tengo que soportarme
tan miserable
en medio de tantas miserias
sintiendo
el latido de la piel en la piel
de los que dejan de tener piel
de los que se convierten
en soledad
en soledades
(…)
pero hay gritos
pero no se escuchan
pero hay gargantas que provocan lo que sus bocas provocan en el
grito
y yo
tengo a veces la sensación de ser una autopista
y yo
tengo a veces que salir a respirar
y yo
cuando ya no hay más tiempo me digo hay que salir a respirar
yo
que
me digo
tengo canciones que me dicen cosas que me traen y llevan
como las mareas al arrecife
que
tengo canciones naciéndome y chupándome el alimento
como niños hambrientos como gargantas que provocan
y yo que
tengo la mirada que tengo y no deseo
tener otra
y yo
solo deseo tenerla
pero yo
tengo el deseo y eso no es tener
pero
en la cima de la nada pero en cada parpadeo
cada vuelta cada vez cada movimiento
el último el primero
cada repetición la última
la primera
pero yo
yo tengo el deseo aunque no tenga más
pero yo
cuando
tener es también odiar la necesidad
que nos escupe la cara
las gargantas que griten y nunca sean oídas
la necesidad de seguir de no
parar
la necesidad que es simplemente otra voz
(la voz del que queremos el que pide el que odiamos el que persiste el que nos mira)
de los que ya no piden pero están
y lo sé
quizá sea el deseo
sólo el deseo todo
la necesidad de seguir de no parar
la necesidad que nos define nos enfrenta nos engendra
de nuevo
cada necesidad un nacimiento nuevo
otra parición otra guerra
tener es ambición puerta muralla
y tengo la ambición de estar alguna vez (solo)
tengo una sombra que no se me separa
tengo que saber que no estoy solo
y lo sé
y me encuentro en la
soledad
de quien mira y ve
en la mezcla en cada esquina en
cada estación en cada
calle que no termina
y lo sé
poder seguir es seguir siendo esta mezcla
querer seguir es fingir
y yo
(quiero tener tenerte acá mi sol mi única vida)
porque desear es quererte única mi sol mi vida
y lo sé
quizá sea el deseo
sólo
(…)
pero cómo soportar tanta belleza
si tengo que afilar la garganta para parecer músico
si tengo que ponerme camisas raras
si tengo que cantar canciones
si tengo que volver a sentir el vacío bajo los pies
para poder sentir que estoy llamándote diciéndote
si tengo que gritar el ahogo de un lugar que dejó de ser
(…)
¿el deseo la medida de lo ingrato
de la infame necesidad?
pero yo
quién soy
cuando hablo y digo veo pregunto engaño
cuando digo y hablo escucho suplico engaño
cuando engaño y soy el engañado
cuando miento y tiento a la verdad
inventándola viéndola diciéndola
pero yo
quién soy
cuando
murmuro al fin canciones que también son tangos
tanta ciudad tanta meseta
y tanto mar
para terminar al fin murmurando canciones que son
tangos
cuando murmuro
lamentos sobresaltos canciones que son también
palabras
todo lodo
cuántas palabras tantos engaños
lodo
y lo sé
es el deseo
el lugar
(…)
quién soy
cuando murmuro al fin canciones
y
descanso
pero yo
tengo el deseo
lo tengo
y eso es tener
el lugar
y deseo tener tenerte cerca
vida mía mi sol mi única
vida
y deseo
pero yo
(…)
pero yo cuando soy quién soy
y cuando sé
y cuando no sé
dónde poner el coraje dónde precipitarme
dónde poner fin a las palabras dónde escribir la última
dónde marearme hasta perder el centro dónde encontrarme
si cada vez es el tiempo el que acecha
su condición
y yo
que no sé
y el barro
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